
En lo cotidiano, en el diario vivir se nos hace muy difícil tomar contacto con ese "Centro" y es justamente allí donde se encuentra nuestro más sagrado tesoro al que nosotros simbolizamos con un Diamante, y lo que hacemos es ayudar a redescubrirlo.
En otras palabras es reencontrarnos con lo más importante y sublime que está en nosotros y que está oculto detrás de las circunstancias, de las culpas, del miedo, del pasado y de todo lo nuestra limitada mente elabora. Por eso si "cavamos" profundamente más allá de todo esto y simplemente nos permitimos "SENTIR", nos encontraremos con el Diamante, lo que da verdadero sentido a la VIDA, lo que nos guía, nos equlibra, y nos va llevando sutilmente a la Paz interior.
Si este contacto lo hacemos consciente, nuestra existencia comenzará a ser un camino a seguir, en armonía, con autoridad propia, con claros objetivos, aprendiendo de las dificultades.... en definitiva "re-aprendiendo" a VIVIR.
Nada más y nada menos que para eso nos sirve: "Buscando el Diamante"
Carlos Grassi-Coordinador