Dr. Isidro Solórzano
Es muy interesante investigar sobre las consecuencias que tiene nuestro nombre. Podemos asegurar, sin lugar a dudas, y cada vez que se repite nuestro nombre las expectativas emocionales de quien lo propuso, de alguna manera se renuevan.
En el proceso de autoconocimiento, uno de los trabajos más importantes es concientizar las programaciones que se mueven detrás de mi nombre.
¿Quién es la persona que me dio el nombre? ¿Cuál es el motivo por el que me pusieron mi nombre? ¿Puedo descubrir los aspectos valiosos de mi nombre? ¿Puedo descubrir los los aspectos oscuros, de sombra, que de alguna manera me afectan, o que condicionaron a quien me lo puso?
Estas y muchas otras preguntas pueden ser trabajadas a partir de nuestro nombre, símbolo en el cual se apoya toda la dinámica y egoica; pero también canal de adviento de lo sagrado.
Como primer trabajo podemos hacer un acróstico con los condicionamientos que descubro y otro con los aspectos sagrados.
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