El huevo equivale a la conciencia rutinaria: las cosas le suceden.
La larva ya tiene movimiento y aprende a alimentarse, equivales a la esperanza.
La crisálida vuelve a la quietud, se mete es su capullo para hacer una transformación, es equivalente al estado de aceptación y certeza.
Y la mariposa que tiene vuelo y refleja la luz con muchos colores equivale al amor.
Un proceso que va desde el automatismo de la rutina, a la Esperanza, a la certeza y al amor el camino de cada diamantino en el abrir las alas del alma.
Imagen: "Mariposas" de Adriana Iadanza.
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