Muchas veces nos atamos a obligaciones que en realidad no son de nuestra satisfacción, con amistades o grupos que debemos sostener con esfuerzos. Aquel que es libre tiene la posibilidad de recordar y decirse que recurre al
Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio
Al valorarnos como personas y saber desarrollar nuestra propia autoridad podemos encontrar un equilibrio entre compromiso y emancipación.
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