El disfrutar de la vida se realiza en la coincidencia de nuestro corazón con nuestro hacer. Cuando hacemos las cosas muy rápidas o estamos atendiendo a muchas cosas no coinciden y entonces no estamos realmente viviendo, sino cumpliendo, o quizás siendo máquinas que tienen objetivos, que por mas nobles que sean siempre son humanos. Y nosotros somos desde el corazón, no emoción, sino esencia.
Esta semana detengámosnos en en día, quizás en la misma tarea pero que nuestra atención total, nuestro hacer y nuestro sentir estén en el mismo lugar.
Para bailar, debemos ir con el otro, con la música y con nuestro corazón.
Esta semana detengámosnos en en día, quizás en la misma tarea pero que nuestra atención total, nuestro hacer y nuestro sentir estén en el mismo lugar.
Para bailar, debemos ir con el otro, con la música y con nuestro corazón.
Imagen tomada de http://1.bp.blogspot.com
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