martes, 24 de agosto de 2010

El buscador y el maestro (8)


-Maestro, "¿podrían aclarar un poco más este tema de la calma y la paz?, sólo debes ser paz, ¿pueden aclarar con un ejemplo esto?"

-En el mundo material es fácil distinguir una cosa de la idea, por ejemplo una mesa de la idea de la mesa; pero cuando eso esa idea es del mundo invisible del hombre, muchos no la saben distinguir, allí la idea de paz, no es paz. Lo mismo sucede con la libertad, la plenitud, etc.
Voy a contarte una historia real para que captes la profundidad y que tengas la certeza que es posible vivir la Paz. En el año 1941, durante le segunda guerra mundial detienen a un sacerdote, llamado Joseph Kentenich en la carcel de Coblenza, y lo meten en un calabozo subterráneo. En ese lugar hubo un banco y los calabozos fueron lugares donde antes se guardaban valores, es decir, una especie de caja fuerte, como puerta tenían una tapa de hierro que se levantaba tapando un hueco que tenía la profundidad de 1,50 mts por 1,70de largo. Había varios calabozos uno al lado del otro y ninguno tenía luz una vez cerrada la tapa. Sólo le daban agua y comida una vez por día. Normalmente era un lugar de "ablande" para los presos. En esa oscuridad, sin otros estímulos normalmente se volvían locos de desesperación. Se los dejaba durante una semana. Este sacerdote al escuchar los gritos de desesperaicón de los demás presos, empezó a cantar fuerte cantos de alabanza y agradecimiento, para que ellos escucharan y se dieran cuenta que se puede tomar aún en esa circunstancia con serenidad. A todos los presos que estaban alrededor de Joseph lo sacaron en la semana, pero a él lo dejaron otra, y otra, así estuve metido en ese hueco desde el 20 de setiembre de 1941 hasta el 18 de octubre. Cuando salió, le costó acostumbrar sus ojos a la luz, pero con una sonrisa dijo: "Estas fueron mis mejores vacaciones. Antes le hablaba de Dios a los hombres y ustedes me dieron la posibilidad de hablarle a Dios de los hombres".
Además puedes ver la vida de Victor Frankl, que también estuvo en campos de concentración y supo mantener la paz.

- Gracias, maestro por mostrarme con hechos, que la paz Es en mi.

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