sábado, 17 de septiembre de 2011

La Mitad de la vida (34)


A algunos les parecerá una ocasión oportuna para aprovecharla y al querer agarrarla tirará por la borda las formas heredadas. Tauler previene contra los modos arbitrarios de ponerse en manos de Dios No podemos entorpecer la acción de Dios en la apretura y mediante la apretura; no podemos por propio impulso abandonar las prácticas recibidas sino en el momento que Dios nos lo sugiera:
«Las formas y los materiales que muevan al hombre tanto exterior como interiormente hacia las buenas obras y al amor de Dios no se deben abandonar antes de que por sí mismo caigan»
En primer lugar hay que aprender lentamente a abandonarse a la acción de Dios. Se quiere con excesiva ligereza planear la vida y la práctica. Se desconfía de toda pasividad, por miedo a soltar las riendas. Hasta el momento de la crisis era bueno determinar la propia vida y sus formas. Pero ahora no puede ser así. Si durante el tiempo juvenil no estaba mal el ejercitarse por sí mismo y el planear las propias tareas, en la edad madura se tiene que «soportar» la acción de Dios. Y así hay que entregarse paso a paso a la voluntad de Dios y a su providencia. Esto exige la entrega del corazón.
Tomado de "La Mitad De La Vida Como Tarea Espiritual" de Anselm Grün
Imagen tomada de http://dedicapoemas.com

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