jueves, 16 de diciembre de 2010

El Hogar, un lugar con corazón.


En cada persona hay un anhelo de nido, donde buscamos un lugar de paz, felicidad; un lugar de afecto, pero mas allá de eso, de afectividad.

Afectividad es un centro amoroso a partir del cual puedo vivir las cosas dando y recibiendo amor.

El Hogar es un lugar trino donde encontramos energía masculina, femenina y el fruto de esta unión que puede ser una obra, un hijo, una creación.

El Hogar tiene ciertas cualidades que debemos cultivar

- Es un lugar donde deposito mi corazón: de confianza, donde no debe haber juicio, donde sabemos que todos estamos creciendo y que el error es también un puerta al aprendizaje.

- Es un lugar donde hay conciencia de pertenencia. Estabilidad, donde los ritos me muestran que hay vida simbólica.

- Es el lugar indicado por el corazón que allí se está bien.

- Es un lugar de descanso: Es de recuperación de fuerzas y motivaciones.

- Es un lugar donde me alimento: tanto física, como psicológica y espiritualmente.

- Es un lugar donde me siento comprendido, y respetado como persona.

- Es un lugar donde me siento escuchado y dónde sé escuchar para dar lo que mejor le hace al otro.

- Es un lugar de creatividad donde se gesta el hijo, la obra, la acción noble.

- Es un lugar donde la conciencia y el corazón se pueden abrir plenamente.

Indudablemente que en esta existencia no se da el sentido del hogar en plenitud por nuestra propia limitación. Pero si aspiramos a lo alto en el hogar se inicia un mundo mejor.

El Hogar está en el centro de nuestro corazón, cada persona tiene un hogar un paraíso, pero como se olvidó de eso lo busca afuera. Escuchemos al Dr Solórzano en la Buena Vida hablando de este tema:
Dr. Isidro Solórzano

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