Dr. Isidro Solórzano Actualmente es frecuente escuchar hablar sobre la sombra en las clases de yoga, en los talleres de autoconocimiento, en las consultas con psicólogos. La sombra es un aspecto nuestro que lo tenemos oculto y que no deseamos conocer. Allí están los enojos, los rencores, los celos, la desconfianza, los indigno. Pero también destellos de genialidad, aspectos creativos sorprendentes, una energía extraordinaria y que no sabemos que la tenemos.
Toda persona que de pasos en el autoconocimiento debe intentar iluminar su sombra. Esto es un trabajo arduo, continuo, de gran honestidad consigo mismo y de astucia con nuestro ego.
Se manifiesta en emociones intensas o sentimientos exagerados hacia los demás; en descontroles; en aversiones a ciertas personas o ciertos grupos de personas; en acciones inadvertidas impulsivas; en expresiones que se nos escapan; en situaciones que nos sentimos humillados, etc. Iluminar la vida es aceptar las luces y las sombras.
Toda persona que de pasos en el autoconocimiento debe intentar iluminar su sombra. Esto es un trabajo arduo, continuo, de gran honestidad consigo mismo y de astucia con nuestro ego.
Se manifiesta en emociones intensas o sentimientos exagerados hacia los demás; en descontroles; en aversiones a ciertas personas o ciertos grupos de personas; en acciones inadvertidas impulsivas; en expresiones que se nos escapan; en situaciones que nos sentimos humillados, etc. Iluminar la vida es aceptar las luces y las sombras.
Imagen tomada de http://arabatik.wordpress.com
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