martes, 24 de noviembre de 2009

La ley del Autoconocimiento


El ser humano para dar pasos en el conocimiento y en el conocimiento de sí mismo, necesita pautas claras como para poder apoyar su percepción y saber sobre qué actuar.

Podemos decir que hay varios niveles de autoconocimiento. En tres de esos niveles la identificación es el motor y satisface a la conciencia porque considera Que la pregunta “¿quién soy?” está respondida.

1) Un nivel material: Donde expresa el nombre, su dirección, su corporalidad y su hacer. En este nivel la ley es “soy lo que mis sentidos dicen que soy”.

2) Un nivel emocional: donde puede responder qué goza y qué sufre y se identifica con su bondad, su compasión, sus carencias, la falta de reconocimiento y de amor de parte de los demás. En esto hay un sufrimiento básico que lo acompaña desde la mas tierna infancia (será motivo de un espacio mas adelante en este blog). La ley es “Soy lo que siento”.

3) Un nivel mental donde se intenta ir al origen de acuerdo a conceptos de los que se fue apropiando y trata de explicar el mundo y el autoconocimiento a partir de esas ideas. Para sostenerlas crea ciertos paradigmas que se los considera hasta inamovibles o sagrados. La ley es “Soy el Principio” // Estos 3 niveles necesitan que la conciencia se identifique con esas parcialidades y lo que realizan es fortalecer una imagen de sí, generalmente dictadas o inducidas desde el exterior.

4) Nivel unitivo: englobando cada una de estas visiones y en núcleo de las mismas sucede la intuición del noble origen del hombre, el cual es intelectualmente desconocido, emocionalmente siempre nuevo y materialmente sin fragmentación. Acá puede aplicar una única ley de autoconocimiento que podríamos expresarla como que la “Consciencia concientiza la conciencia”.

Temas relacionados: Consciencia y conciencia.

Imagen tomada de: www.suburbiosutopicos.com

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