miércoles, 27 de enero de 2010

La existencia es un continuo cambio


"Las estaciones de la vida cambian, y con ellas también las relaciones. Los hijos algún día se marchan del hogar, y a veces el compañero (o compañera) muere. También es posible que, después de muchos años de matrimonio, uno de los cónyuges decida que es tiempo de seguir adelante, sin el otro. Cuando la soledad toca a la puerta, hay diferencias en la forma de recibir esta visita, siempre inesperada. Algunas personas son capaces de adaptarse y continuar disfrutando de la vida; mientras que otros caen en estados de tristeza y depresión que no pueden controlar, ni quieren llegar a superar.

Para comenzar, nadie tiene la culpa de que tú te sientas mal estando solo. Si buscas un culpable, debes mirarte al espejo, porque eres tú, y no otro, quien permanece atado a los recuerdos que duelen, cuando ya los demás se han liberado. Tal vez tu error consista en creer que los hijos, el marido, los hermanos, o los amigos te pertenecen. ¡Y no es así! Si eres adulto, debes comprender que cada cuál tiene un destino que cumplir, y se le ha dado libertad para escoger con quién desea estar y a quien desea evitar. Esa situación deja para ti solo dos alternativas: la primera es disfrutar de la relación, si esta prevalece. Y la segunda es hacer un pacto de paz con la idea de que el otro tiene pleno derecho a excluirte de su vida, en el momento en que ya la relación no sea de su agrado."

"La Soledad Como Camino" de Hortencia Galvis.

Imagen modificada de Planocreativo.blogspot.

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