Como nuestro cerebro organiza cosas de acuerdo a paradigmas, es decir a creencias que las cosas son así, sin cuestionarlas, muchas veces nos quedamos viviendo en la factibilidad de algo y no en su realización. A este paradigma lo usamos sobre todo para la felicidad y para el crecimiento.
Pensamos que después seremos felices: cuando seamos mas grandes, cuando logremos tal o cual cosa, etc.
Y con el crecimiento nos pasa lo mismo, pensamos que mas adelante realizaremos un curso de algo que no interesa. Que mejoraremos en algún campo y nos quedamos en la posibilidad.
Mediante el Diamante tenemos la posibilidad de pasar directamente a la realización. Aquí y ahora somos felices, no importa cuales son las circunstancias exteriores, con estas circunstancias soy feliz, porque es lo mejor que me puede pasar.
Con el crecer sucede lo mismo, ahora estoy creciendo, aprendiendo, realizando con esto que estoy experimentando.
Vivir el Diamante es una realización en el ahora.
Pensamos que después seremos felices: cuando seamos mas grandes, cuando logremos tal o cual cosa, etc.
Y con el crecimiento nos pasa lo mismo, pensamos que mas adelante realizaremos un curso de algo que no interesa. Que mejoraremos en algún campo y nos quedamos en la posibilidad.
Mediante el Diamante tenemos la posibilidad de pasar directamente a la realización. Aquí y ahora somos felices, no importa cuales son las circunstancias exteriores, con estas circunstancias soy feliz, porque es lo mejor que me puede pasar.
Con el crecer sucede lo mismo, ahora estoy creciendo, aprendiendo, realizando con esto que estoy experimentando.
Vivir el Diamante es una realización en el ahora.
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