lunes, 24 de mayo de 2010

Los errores del buscador (2)


No te esfuerces por alcanzar la meta. Si hubiera una recompensa espiritual al final del camino —una olla llena de oro, las llaves del cielo— todos lucharíamos por obtenerla. Valdría la pena cualquier empeño. Pero, ¿sirve de algo que un niño de dos años se esfuerce por cumplir tres?
No, porque el desarrollo surge del interior. No hay una remuneración económica sino una nueva persona. Lo mismo ocurre con el desarrollo espiritual: es tan natural como el crecimiento del niño, pero no en el plano fisiológico sino en el de la conciencia.
Tomado de "El Libro De Los Secretos" de Deepak Chopra.

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