El deseo
se origina en una expectativa emocional con lo que esperamos que suceda algo
que nos puede aportar un cambio, una mejoría, un logro, etc. El deseo es una
fuerza extraordinaria que sostiene la existencia. A la cual podemos
experimentarla en todas las etapas de nuestra vida. Así:
Cuando
niño deseo afecto, protección, juguetes.
Cuando
joven deseo belleza, ser amado, placer
Cuando
adulto deseo ser amado, prestigio, fama, dinero
Cuando
viejo deseo ser amado, la seguridad para los hijos y nietos, sabiduría, paz.
El hombre
que no está integrado existe con distintos deseos en sus diferentes planos:
En lo Instintivo:
hambre, sexo, sobrevivir.
En lo Corporal:
Actividad, logro, competencia
En lo Emocional:
Ser amado, cubrir afectos.
En lo Intelectual:
conocer. Información, datos, espiar, curiosidad.
El Hombre
integrado vive estos distintos centros unidos y de esa manera puede descubrir
lo Espiritual, con lo que se encuentra con la Felicidad, Plenitud, libertad, Gozo,
Amor.
El último
deseo del hombre es la Plenitud.
Imagen tomada de http://www.forodefotos.com
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