viernes, 25 de noviembre de 2011

El deseo, motor de la existencia.


Dr. Isidro Solórzano 
El deseo se origina en una expectativa emocional con lo que esperamos que suceda algo que nos puede aportar un cambio, una mejoría, un logro, etc. El deseo es una fuerza extraordinaria que sostiene la existencia. A la cual podemos experimentarla en todas las etapas de nuestra vida. Así:

Cuando niño deseo afecto, protección, juguetes.
Cuando joven deseo belleza, ser amado, placer
Cuando adulto deseo ser amado, prestigio, fama, dinero
Cuando viejo deseo ser amado, la seguridad para los hijos y nietos, sabiduría, paz.

El hombre que no está integrado existe con distintos deseos en sus diferentes planos:
En lo Instintivo: hambre, sexo, sobrevivir.
En lo Corporal: Actividad, logro, competencia
En lo Emocional: Ser amado, cubrir afectos.
En lo Intelectual: conocer. Información, datos, espiar, curiosidad.
El Hombre integrado vive estos distintos centros unidos y de esa manera puede descubrir lo Espiritual, con lo que se encuentra con la Felicidad, Plenitud, libertad, Gozo, Amor.
El último deseo del hombre es la Plenitud.
 Imagen tomada de http://www.forodefotos.com

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