domingo, 8 de mayo de 2011

Los maravillosos medicamentos (44)


Desde hace más de tres mil años, las leyendas nos hablan del poder curativo del jugo fresco de las hojas del Aloe vera, denominado acíbar. Junto con la famosa leche de burra, parece ser que contribuyó activamente a la sin par belleza de Cleopatra y de la reina Nefertiti. Los egipcios la usaban también como sustancia para embalsamar a sus faraones. Como otros Aloes, se ha venido cultivando profusamente en la jardinería mediterránea
y, con frecuencia, la podemos encontrar plantada en macetones o copas como remate de escaleras o en lo alto de muretes, donde realzan sus hojas de marcado carácter arquitectónico. Su cultivo es sumamente sencillo y muy apto para situaciones a pleno sol, con sequía e, incluso, abandono. Una de las pocas cosas que puede acabar con él es el encharcamiento. Actualmente la industria moderna farmacológica y cosmética lo está utilizando en cremas y pomadas, aprovechando su poder regenerador. Las hojas aplicadas sobre heridas y quemaduras siguen siendo utilizadas en México, en donde se da espontáneamente.
Tomado de http://prevencion-de-salud.com

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