Dr. Isidro Solórzano
Actualmente las pareja en vez de usar como combustible el Amor, es frecuente que utilicen otros ingredientes menos rendidores como son la imagen, el enamoramiento, el entusiasmo, la ilusión.
En el próximo tiempo seguramente los estudios de los vínculos volverán a sentar bases para un renacimiento de una necesidad humana del encuentro con quien me complementa, me acompaña, creamos juntos y nos amamos. Seguramente en ese proceso se tendrán en cuenta leyes naturales que desde siempre se conocen pero que nuestra educación no supo transmitir a jóvenes o adultos que intentan realizar una pareja.
Entre ellas veremos que:
1) Que todo crecimiento es lento. El vínculo de pareja no nació completo, se lo va construyendo día a día. Apurarlo es como estirar una planta para que crezca mas rápido, se la mata. Así por ejemplo en un principio no puedo exigir una confianza que el otro no puede darme en un primer momento, esto es algo que se conquista.
2) El vínculo, como algo viviente, es rítmico En todo crecimiento, asimilación, intercambio existe un ritmo, cuando no se respetan los ritmos se entra en conflictos. De una planta no puedo esperar tener frutos todo el año. Hay momentos de elaboración, momentos de receptividad, momentos de decantamiento, momentos de comunicación y momentos de silencio.
3) El varón y la mujer tienen ciclos diferentes, el arte del vínculo es respetar los ritmos del otro.
4) El vínculo se cultiva trabajando el respeto, la privacidad y la delicadeza hacia el otro.
5) La pareja surge desde el corazón de uno y no desde la acción del otro.
6) Toda pareja bien conformada suma más de dos; toda pareja desarmónica resta a menos de uno.
7) En la pareja el otro es el reflejo de mi sombra, es decir de lo que no quiero ver en mi. Sin embargo también, si lo sé descubrir, es el reflejo de lo divino.
8) Una pareja que mantenga claramente sus espacios, tanto con sus padres, hijos, otros familiares y amistades, tiende a tener menos dificultades en sus relaciones interpersonales.
9) Las dos “monedas de oro” de una pareja son: El amor y la comprensión. Las dos “monedas de plata” de una pareja son: La privacidad y el espacio. Las dos “monedas de cobre” de una pareja son: La rutina y el automatismo. Las dos “monedas falsas” de una pareja son: La desconfianza y la posesividad.
Seguramente habrá:
- Desilusión, si pongo demasiadas expectativas en el otro.
- Celos, si no tengo confianza en lo que doy en el vínculo.
- Enojos, si falta alguno de los niveles de diálogo.
- Aburrimiento, si falta creatividad y sorpresa en la relación.
Actualmente las pareja en vez de usar como combustible el Amor, es frecuente que utilicen otros ingredientes menos rendidores como son la imagen, el enamoramiento, el entusiasmo, la ilusión.
En el próximo tiempo seguramente los estudios de los vínculos volverán a sentar bases para un renacimiento de una necesidad humana del encuentro con quien me complementa, me acompaña, creamos juntos y nos amamos. Seguramente en ese proceso se tendrán en cuenta leyes naturales que desde siempre se conocen pero que nuestra educación no supo transmitir a jóvenes o adultos que intentan realizar una pareja.
Entre ellas veremos que:
1) Que todo crecimiento es lento. El vínculo de pareja no nació completo, se lo va construyendo día a día. Apurarlo es como estirar una planta para que crezca mas rápido, se la mata. Así por ejemplo en un principio no puedo exigir una confianza que el otro no puede darme en un primer momento, esto es algo que se conquista.
2) El vínculo, como algo viviente, es rítmico En todo crecimiento, asimilación, intercambio existe un ritmo, cuando no se respetan los ritmos se entra en conflictos. De una planta no puedo esperar tener frutos todo el año. Hay momentos de elaboración, momentos de receptividad, momentos de decantamiento, momentos de comunicación y momentos de silencio.
3) El varón y la mujer tienen ciclos diferentes, el arte del vínculo es respetar los ritmos del otro.
4) El vínculo se cultiva trabajando el respeto, la privacidad y la delicadeza hacia el otro.
5) La pareja surge desde el corazón de uno y no desde la acción del otro.
6) Toda pareja bien conformada suma más de dos; toda pareja desarmónica resta a menos de uno.
7) En la pareja el otro es el reflejo de mi sombra, es decir de lo que no quiero ver en mi. Sin embargo también, si lo sé descubrir, es el reflejo de lo divino.
8) Una pareja que mantenga claramente sus espacios, tanto con sus padres, hijos, otros familiares y amistades, tiende a tener menos dificultades en sus relaciones interpersonales.
9) Las dos “monedas de oro” de una pareja son: El amor y la comprensión. Las dos “monedas de plata” de una pareja son: La privacidad y el espacio. Las dos “monedas de cobre” de una pareja son: La rutina y el automatismo. Las dos “monedas falsas” de una pareja son: La desconfianza y la posesividad.
Seguramente habrá:
- Desilusión, si pongo demasiadas expectativas en el otro.
- Celos, si no tengo confianza en lo que doy en el vínculo.
- Enojos, si falta alguno de los niveles de diálogo.
- Aburrimiento, si falta creatividad y sorpresa en la relación.
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